Hoy se habla mucho de la “transformación digital”, pero ¿qué tan presente está en nuestras vidas? y especialmente que tan presente puede estar en las empresas que deben crecer y fidelizar a sus clientes frente a desafíos de un ambiente cada vez más competitivo y con una mayor expectativa de experiencia de usuario.
La transformación digital no es un fin en sí mismo como a veces se suele confundir, es sólo un medio para mejorar las vidas de las personas, la capacidad de las empresas y la experiencia de los usuarios de miles de servicios que ya son parte de la vida cotidiana.
Recurrir a los ejemplos de Uber, Airbnb, Amazon y Spotify ya se ha transformado en un lugar común, pese a ser una muy buena forma de ilustrar este punto.
En nuestra experiencia, ver como un trámite de ingreso a una clínica se reduce a una sencilla actividad desde el celular que no toma más de 10 minutos, con firmas electrónicas legales incluidas, en vez de un engorroso trámite plagado de papeles que antes tomaba casi una hora a los pacientes en la recepción de las clínicas para luego poder ingresar directamente a una cirugía o un tratamiento mayor solo con un QR exhibido en un celular o incluso en un smartwatch, es otro ejemplo de esta que hemos hecho realidad en Megafy.
El gran desafío de la transformación digital es hacer de la tecnología un elemento al servicio de las personas y empresas que se renueve y adapte continuamente a los nuevos escenarios y tendencias del mercado e incorpore en forma amigable las enormes capacidades que se generan día a día.
